El 1 de noviembre se cumplieron 25 años del inicio de la obra educativa de la Fundación Victoria.
Son ya 25 los años que la Diócesis de Málaga viene animando la más que centenaria obra de los colegios diocesanos, comenzada por el obispo Juan Muñoz Herrera en 1909 y proseguida por el santo obispo de la Eucaristía y de la educación, Manuel González García.
Ésta fue continuada y ampliada años más tarde por el también obispo de Málaga el venerable cardenal Ángel Herrera Oria. El primer día de noviembre de 1992, el entonces obispo Administrador Apostólico Monseñor Fernando Sebastián Aguilar, hoy también Cardenal, ponía en marcha esta plataforma educativa que reunía a los distintos patronatos docentes de la Iglesia de Málaga. En palabras de su presidente, José Sánchez Herrera, «al cumplirse 25 años de esta obra educativa diocesana que es la Fundación, queremos agradecer a nuestro obispo Jesús, y en su persona a toda la diócesis de Málaga, los continuos apoyos y la confianza depositada».
Don Fernando Sebastián recuerda con nitidez aquel momento. «Llevaba poco más de un año como Administrador Apostólico de la Diócesis, pero desde el principio me había preocupado por conocer la situación de las "Escuelas Rurales". Eran una realidad eclesial y evangelizadora importante en la que estaban implicadas muchas personas.- explica a diocesismalaga.es.- Por entonces las leyes del Gobierno comenzaban a marcar pautas y a señalar exigencias. Todo aquello podía quedar comprometido en poco tiempo, era urgente darle una consistencia y asegurar la continuidad de aquel despliegue educativo de la Iglesia, que había hecho tanto bien y que seguía siendo tan valioso. Con la ayuda de Dios se nos ocurrió la idea de la Fundación como titular único de todos los centros que pudieran tener utilidad en el futuro; vender, cambiar, renovar lo que teníamos del mejor modo posible, y de aquel esfuerzo, un poco a tientas, con la ayuda del Señor y de la Virgen María, nació nuestra Fundación actual". El cardenal Sebastián quiere aprovechar esta efemérides para enviar un mensaje de agradecimiento a todos los que siguen haciendo posible esta importante obra educativa. "Ahora doy gracias a Dios y a todos los que me ayudaron a encauzar este problema. Al ver vuestro trabajo, lo que hacéis y lo que podéis seguir haciendo, doy gracias a Dios y me alegro enormemente de haber sido su instrumento para impulsar esta gran obra educativa y evangelizadora. Y pido al Señor que os bendiga, que llene vuestros corazones de sabiduría y generosidad para seguir ayudando a tantos miles de niños y jóvenes a crecer como personas, como buenos ciudadanos y firmes cristianos, en estrecha colaboración con sus padres y familiares. De esta forma -continúa- sois beneméritos servidores de la sociedad malagueña y de la Iglesia católica en esta bendita tierra. El Señor os bendiga y bendiga vuestro trabajo».